El origen del universo
Antes del siglo XX no teníamos los medios científicos para juzgar si el universo es eterno o si tuvo un principio. Mientras que el ateísmo defendía la eternidad del universo, lo cual significa que es un universo estático y uniforme; el teísmo afirmaba que Dios es la causa última del mundo y que solo Dios es infinito y eterno. Esto, sin embargo, comenzó a cambiar a principios del siglo XX, cuando Einstein desarrolló su teoría general de la relatividad. Las ecuaciones de Einstein sugerían que el universo no es estático, sino que se está expandiendo o contrayendo.
“Los físicos empezaron a darse cuenta de que sus descubrimientos exigirían una reformulación radical de la mayor parte de los aspectos fundamentales de la realidad. Aprendieron a enfocar sus temas de un modo totalmente nuevo e inesperado que parecía alcanzar un elevado sentido común y acercarse más al misticismo que al materialismo”. Paul Davies (Físico, escritor, profesor universitario y cosmólogo inglés)
¿Por qué existe el universo?
¿Por qué hay algo en lugar de nada? Es decir, ¿por qué existe algo? Debe haber una respuesta a esta pregunta, porque nada sucede sin una razón suficiente. Debe haber una razón o explicación racional para la existencia de un estado de cosas en lugar de otro. ¿Por qué existe el universo?
La razón no se puede encontrar en ninguna cosa en el universo, ya que cada una de ellas no es necesaria en sí misma y no tienen por qué existir. La razón de la existencia del universo debe encontrarse fuera del universo. Debe encontrarse una razón que sí sea necesaria, autónoma, suficiente para existir, un primer motor inmóvil capaz de poner en funcionamiento una sucesión de engranajes cósmicos. Es necesario un primer motor absolutamente inmóvil.
1) Todo lo que comienza a existir tiene una causa
Sugerir que las cosas simplemente saltan a existir sin causa de la nada es dejar de hacer metafísica y recurrir a la magia. Es decir, algo no puede llegar a existir de la nada. Los críticos casi siempre responden con una pregunta: “¿cuál es la causa de Dios?”. Se trata de una falacia de categoría. Es como preguntar a qué huele el color rojo, o cuánto pesa la nota DO. Sin embargo, esto malinterpreta el argumento. Es decir, todo lo que comienza a existir tiene una causa. Como Dios no comenzó a existir, no necesita una causa. Por definición, Dios no es causado. Dios no pudo ser causado y seguir siendo Dios. El universo tuvo una causa.
2) El universo comenzó a existir
La historia de la cosmogonía del siglo XX ha sido una serie de intentos fallidos de confeccionar modelos no convencionales aceptables para un universo en expansión que eviten la idea de un comienzo absoluto, la cual se incluye en el éxito del modelo convencional del universo.
Por otro lado, la eternidad del universo es insostenible, filosóficamente hablando. Es decir, debido a que es imposible contar hasta el infinito, desde este momento presente; es igualmente imposible hacerlo a la inversa, desde el infinito hasta el
momento actual. Es imposible porque siempre hay un número más que contar. Nunca te acercas a la meta. Es decir, nunca podríamos llegar al presente si tuviéramos que cruzar un número infinito de momentos en el pasado. El universo comenzó a existir en el pasado.
3) El universo tiene una causa
El éxito de la teoría del Big Bang marcó una gran diferencia. Sugirió que el universo tuvo un principio y que las primeras palabras del Génesis ("En el principio creó Dios los cielos y la tierra") se relacionaban con un acontecimiento en la historia del universo.
Si el universo tuvo un principio, entonces se convierte en algo completamente sensato y casi inevitable preguntar qué fue lo que produjo ese principio.
El universo fue hecho y alguien lo hizo. El naturalismo metafísico materialista no explica completamente al universo. Tiene que existir un ser no físico, no sujeto al espacio ni al tiempo, poderoso y sin cambios capaz de haber causado el universo, el espacio, tiempo y la realidad física y material. Alguien causó el universo.
El universo fue creado
La hipótesis de la existencia de Dios y los hechos de la cosmología son consistentes. El universo no procede de la eternidad
ni va hacia la eternidad. El universo es finito en el tiempo. El modelo convencional del universo, el Big Bang, es empírica y filosóficamente sostenible. Los escépticos no tienen escapatoria. Deben enfrentar el problema de un comienzo cósmico. El universo tuvo una causa externa, es decir, un agente personal que elige libremente crear un universo en el tiempo. La causa debe ser eterna, pero el efecto no. Es posible que el universo temporal haya llegado a existir a través de la libre voluntad de un Creador personal.
Es plausible pensar que existe un creador del universo, que es personal, no causado, y que independientemente del universo, es sin principio, sin cambios, sin materia, sin tiempo, sin espacio, y enormemente poderoso. Ese creador es Dios.
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Fuentes:
1. Josh y Sean McDowell, Evidencia que demanda un veredicto, Editorial Mundo Hispano, 2018, pp. lxxv - lxxvii. CONSIGUE EL LIBRO AQUÍ
2. Antonio Cruz, La ciencia, ¿encuentra a Dios?, Editorial Clie 2004, pag. 38. CONSIGUE EL LIBRO AQUÍ
3. William Lane Craig, Fe razonable, Publicaciones Kerigma, 2018, pp. 102-163. CONSIGUE EL LIBRO AQUÍ
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