Clive Staples Lewis nació en Belfast, Irlanda, en 1898, y se crió en una familia protestante y lectora. Desde pequeño leyó una cantidad interminable de libros, y entraba en los mundos de Conan Doyle, E. Nesbit, Mark Twain, entre otros. Después de que su único hermano fuera enviado a un internado inglés en 1905, Jack (como lo conocían sus amigos) se volvió un poco solitario. Pasó más tiempo en los libros y en un mundo imaginario de «animales vestidos» y «caballeros con armadura», y la situación empeoró cuando su madre falleció a causa de cáncer en 1908. La muerte de la señora Lewis convenció al joven de que el Dios que encontró en la Biblia y que su madre le mostró era, si no cruel, al menos una vaga abstracción, y se convirtió en ateo. Mientras tanto, peleó en la Primera Guerra Mundial (en la que fue herido) e ingresó a Oxford a estudiar y, en realidad, estableció allí su hogar, por lo que nunca se fue.
“Creo en el cristianismo como creo en que el sol aparece en el cielo, no solo porque lo veo sino porque por medio de él veo todo lo demás”. C. S. Lewis.
Su conversión
C.S. Lewis publicó su primer libro, Espíritus en esclavitud, en 1919 bajo un seudónimo. En 1924 se convirtió en tutor de filosofía en el University College y en 1925 comenzó a enseñar lengua y literatura inglesas en Magdalen College. Mientras tanto, Lewis leía y disfrutaba de autores cristianos como George MacDonald (Fantastes) y G. K. Chesterton (El hombre eterno), que lo llevaban a replantearse aspectos de su vida. Además, Owen Barfield, su amigo y también cristiano, cuestionaba la lógica de su ateísmo. Asimismo, Lewis conoció a otros dos cristianos, Hugo Dyson y J.R.R. Tolkien. En 1929, C.S. Lewis se rindió, admitiendo que «Dios es Dios, y se arrodilló y oró». Lewis emprendió una nueva dirección y fue evidente en su escritura. Los esfuerzos anteriores para convertirse en poeta fueron descartados. Dos años después de su conversión, Lewis publicó El regreso del Peregrino (1933), que dio inicio a una oleada de libros sobre apologética cristiana y discipulado.
Best Sellers
Los 25 libros cristianos de Lewis vendieron millones de copias, incluyendo Cartas del diablo a su sobrino (1942), Mero cristianismo (1952), Las crónicas de Narnia (1950–56), El gran divoricio (1946) y La abolición del hombre (1943). No obstante, siempre fue en primer lugar un académico. Continuó escribiendo historia literaria y crítica, como La alegoría del amor (1936) y Literatura inglesa en el siglo XVI (1954). Sin embargo, se negó a ser arrogante y, de hecho, su fama y fortuna no influenciaron una mejora en su nivel de vida, sino que decidió establecer un fondo de caridad con sus ganancias para ayudar a familias pobres, fomentar la educación de huérfanos y seminaristas, entre otros.
Últimos años
Durante la última década de su vida, el mundo de Lewis fue invadido. En 1952, Joy Davidman Gresham, que se había convertido en cristiana al leer El gran divorcio y Cartas del diablo a su sobrino, visitó a su mentor espiritual en Inglaterra. Poco después, su esposo la abandonó por otra mujer, y ella se mudó a Londres con sus dos hijos adolescentes. Lewis la ayudó financieramente y, de esta ayuda y de los intereses literarios en común, surgió el amor. Se casaron en 1956. Joy tenía 16 años menos que Lewis, pero eso no impidió un matrimonio feliz. Sin embargo, Joy padeció un agresivo cáncer que acortó su matrimonio. Aún así, tuvieron mucha felicidad, por lo que su muerte fue un gran golpe para Lewis, quien expresó su dolor, enojo y dudas en Una observación a la pena.
El profesor y escritor no solo se casó tarde en la vida, se casó con una estadounidense que era judía, divorciada, excomunista y de personalidad abrasiva. En resumen, el matrimonio no fue bueno para la mayoría de los amigos y conocidos de Lewis; es así que fue herido por la desaprobación de amigos y colegas, si bien esto no era nada nuevo para él. Fue frecuentemente atacado por su estilo de vida decididamente cristiano. Incluso amigos cristianos cercanos desaprobaron abiertamente el discurso y la escritura evangelística de Lewis. De hecho, los libros «cristianos» de Lewis causaron tanta desaprobación que más de una vez fue ignorado para una cátedra en Oxford, y solo Magdalene College en la Universidad de Cambridge terminó honrándolo con una cátedra. En 1961, un año después de la muerte de su esposa Joy, Lewis comenzó a sufrir de nefritis. Su salud se complicó durante los años siguientes, llevándolo a su muerte en 1964.
La vida de C.S. Lewis estuvo llena de altibajos, pero su conversión de ateo a un cristiano devoto lo llevó a convertirse en uno de los más destacados defensores del cristianismo en el siglo XX. Sus libros cristianos se vendieron como pan caliente y aún son apreciados por millones de personas en todo el mundo hoy en día. En el 2013 se unió a los más grandes escritores británicos reconocidos en la abadía de Westminster. El legado de Lewis sigue siendo muy valioso y continúa inspirando a muchos a abrazar la fe cristiana.
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Fuentes:
1. Mark Galli, Ted Olsen, Giancarlo Montemayor, Joel Rosario, Iván Mesa; 50 cristianos que cambiaron el mundo; B&H Publishing Group en español; 2021; pp. 151-156 CONSIGUE EL LIBRO AQUÍ
2. Giovanny Gómez Pérez. 19-07-2021. C. S. Lewis: vida y legado de “el apóstol a los escépticos”. BITE. https://biteproject.com/c-s-lewis/
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