La teología del cristianismo se fundamenta en la historia. Son los sucesos históricos referidos a la vida, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret los que desencadenan el surgimiento del cristianismo y su expansión por todo el
Imperio Romano y el mundo.
Debemos investigar si un hombre llamado Jesús en realidad vivió en Jerusalén y sus alrededores hace unos dos mil años. ¿Es Jesús un simple mito creado únicamente para beneficiar a unas personas que querían comenzar un grupo religioso? Eso es lo que cree el teólogo, y ateo, Robert Price. Sin embargo, conclusiones como esas están en la minoría académica.
No obstante, en lugar de limitarnos a rechazar la idea de Jesús como personaje histórico, debemos explorar por nosotros mismos la evidencia existente sobre la historicidad de Jesucristo.
“Un número desorbitado de sitios web y blogs hacen la afirmación totalmente injustificada de que Jesús nunca existió. Los eruditos e historiadores bíblicos que han investigado en detalle esta cuestión rechazan virtualmente de manera unánime esta opinión, independientemente de sus perspectivas teológicas e ideológicas”. Craig Blomberg (teólogo, experto en Nuevo Testamento)
Tácito
Historiador romano, (56 y 120 d.C.). En el 64 d.C. hubo un gran incendio en Roma, del cual muchos creyeron a Nerón responsable. Este culpó a los cristianos. Tácito explica lo sucedido:
“Por lo tanto, para suprimir el rumor, él falsamente hizo que cargaran la culpa, y castigó con las torturas más elaboradas a las personas llamadas comúnmente cristianos, las cuales eran odiadas por sus atrocidades. Cristo, el que originó el nombre, fue sentenciado a muerte por Poncio Pilato, procurador de Judea durante el reinado de Tiberio”.
Flavio Josefo
Político, soldado e historiador judío (37-100 d.C.). Escribió Antigüedades para explicar el judaísmo a los romanos, en un esfuerzo por reducir la intolerancia antijudía.
“Por este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio, (...) y atrajo hacia Él a muchos judíos (...). Y cuando Pilato, frente a la denuncia de aquellos que son los principales entre nosotros, lo había condenado a la cruz, aquellos que lo habían amado primero, no le abandonaron (...). La tribu de los cristianos, llamados así por Él, no ha cesado de crecer hasta este día”.
Luciano
Satírico griego, (125 y 190 d.C.). En Sobre la muerte de Peregrino se burla sobre Cristo y de los cristianos. Sin usar el nombre de Jesús, dice lo siguiente:
“Los cristianos, sabes, adoran a un hombre hasta el día de hoy; el es el personaje distinguido que introdujo nuevos ritos, y que fue crucificado por ello...” (Van Voorst, JONT, 59).
Suetonio
Historiador romano y funcionario imperial (70-126 d.C.). En Vidas de los doce césares, describe el incendio de Nerón y la expulsión de los judíos de Roma, mencionada en Hechos 18:2:
“Los cristianos, clase de hombres llenos de supersticiones nuevas y peligrosas, fueron entregadas al suplicio por Nerón”.
“Dado que los judíos estaban continuamente en disturbios a instigación de Crestos, Claudio los expulsó de Roma”.
Plinio el Joven
Gobernador de Bitinia, escritor y científico romano (61-112 d.C.). En Epístolas, libro X, en su correspondencia con el emperador Trajano, escribió sobre el trato hacia los cristianos:
“...ellos afirmaban que tenían la costumbre de reunirse en un día determinado, antes del amanecer, y que cantaban en estrofas alternadas un himno a Cristo como a un Dios; se unían en un juramento solemne de no hacer nada malo y evitar fraude, robo, adulterio, así como falsear su palabra o negar algo que se les hubiera confiado cuando fueran llamados a entregarlo” (Van Voorst, JONT, 25).
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Fuentes:
Josh y Sean McDowell, Evidencia que demanda un veredicto, Editorial Mundo Hispano, 2015, pp. 169-181. CONSIGUE EL LIBRO AQUÍ
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