La iglesia es el pueblo de Dios del nuevo pacto, arraigada en las promesas hechas a Israel e inaugurada por el Espíritu Santo en Pentecostés, que hace referencia tanto a la totalidad de los creyentes en Jesucristo, vivos y muertos, como a las diferentes congregaciones físicas de creyentes. La iglesia es el pueblo de Dios del nuevo pacto y tiene sus raíces en las promesas hechas al pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. Sin embargo, es lamentable que hoy en día sean cada vez más los que enseñan que debemos quedarnos con Moisés más de lo necesario. El supuesto nuevo Movimiento de las Raíces Hebreas (MRH) es destructivo y debe evitarse a toda costa. Sus maestros no son más que antiguos judaizantes que imponen sobre los demás lo que ni siquiera los apóstoles hicieron (Hch. 15).
“Cuídense de esos perros, cuídense de los malos obreros, cuídense de la falsa circuncisión. Porque nosotros somos la verdadera circuncisión, que adoramos en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no poniendo la confianza en la carne, aunque yo mismo podría confiar también en la carne. Si algún otro cree tener motivo para confiar en la carne, yo mucho más: circuncidado a los ocho días de nacer, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia de la ley, hallado irreprensible. Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo”. Filipenses 3:2-7
Anti trinitarios
Si bien dentro del movimiento hay quienes suscriben la doctrina de la Trinidad (un Dios en tres personas), hay muchos que solamente reconocen la divinidad plena del Padre (unitarios) o, a lo sumo, la del Padre y el Hijo, pero no la del Espíritu.
Contra la Escritura
Toda la Escritura es inspirada por Dios y es una sola sin divisiones. Sin embargo, muchos tienden a establecer diferencias de prioridad, y a colocar el AT por encima del NT.
Salvación por obras
Muchos dicen que la salvación es por gracia, por medio de la fe en Yeshúa, pero afirman que esto requiere guardar la Torá. Si bien admiten que la salvación es por gracia y no por obras (cf. Ef 2: 8-9), afirman que “fe” significa “caminar según la Torá”.
Mucha ley, poca gracia
Demuestran un enfermizo énfasis en la ley de Moisés. Al parecer, la venida de Jesús al mundo tiene que ver con el ejemplo de alguien sujeto perfectamente a la Torá, que con la salvación del ser humano, condenado por no poder cumplir la Torá, y necesitado de un Salvador.
Mentalidad sectaria
Creen muy fuertemente en la restauración del Nombre Santo de YHVH, Yeshúa y otras palabras, ya que creen que la transliteración es una muestra evidente de paganismo. Algunos incluso llegan a afirmar que no se puede ser salvo si no se emplea el nombre correcto de la divinidad (el que ellos defienden, que no siempre es el mismo en cada grupo).
Todos son Israel
Según sus doctrinas, todo el que es salvo es étnicamente parte de Israel, dado que Israel es la suma de la casa de Judá (reino del Sur) y de los israelitas (descendientes del reino del Norte). Según su propia Teología del Reemplazo (supersesionismo inverso) llamada Teología de las Dos Casas, no existe tal cosa como una “iglesia gentil”, dado que estos creyentes son en el fondo descendientes israelitas del reino del Norte.
Sabbat y Moadim
El día de reposo y las festividades solemnes son eternos y ordenados para todo Israel. El movimiento enseña que, al habernos convertido todos los creyentes en Israel, estamos inexcusablemente obligados a observarlos.
Leyes dietéticas
Las leyes dietéticas de Levítico 11 siguen vigentes. Resulta paradójico, no obstante, que se escojan o encumbran unas leyes en detrimento de otras. Quizas se trate de ignorancia bíblica o, muy probablemente, conveniencia.
"Ahora, judíos y gentiles somos un solo pueblo. La Biblia nos da razón para pensar que el cristianismo ya no es ni siquiera primordialmente judío. Ahora, el cristianismo es universal. Juan nos lo dice en Apocalipsis 7:9". Gabriel Reyes-Ordeix (doctor en estudios históricos y teológicos)
Últimas palabras
El cristianismo fue originalmente una secta judaica, pero nuestra fe es mucho más que judía. Las doctrinas enseñadas por los apóstoles de Jesucristo (el cristianismo) tiene marcados contrastes con la religión de Israel previa a la venida de Cristo. Nuestra adoración como forma de vida es muy diferente a la de Israel. Israel esperaba al Mesías, pero nosotros ya le hemos recibido, le hemos creído, y esperamos su segunda venida. La forma más bíblica de llamar al pueblo de Dios a adorarle no es mediante el MRH, sino mediante la proclamación de las verdades consumadas en la Palabra y levantar la obra de Dios Hijo en la cruz, quien es el Camino, la verdad y la vida. Ciertamente habían muchas sombras de este sacrificio en el AT, pero una vez las sombras han sido traídas a la luz, ¿por qué volver a las sombras? (Cp. Col 2:16-17). Debemos tener mucho cuidado y, por sobre todo, debemos ir a a Cristo que es el fin de la ley (Ro. 10:4).
Fuentes:
1. Rubén Gómez, Los frutos amargos del MRH, 2022, pp. 24-31
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