La cuestión escatológica es normal. El problema del destino final del individuo, y de la raza humana, ocupó un lugar muy importante en el pensamiento filosófico. Platón enseñó la inmortalidad del alma, Wolff, Leibnitz y Kant la defendieron también. Sin embargo, es en la religión donde, especialmente, nos encontramos con ideas escatológicas. El estudio de la escatología es el estudio de las últimas cosas. La escatología está presente hasta en las religiones falsas, desde las más primitivas hasta las más avanzadas. Sin embargo, en ellas todo es vago e incierto. Solo en la religión cristiana es donde la escatología se trata con grande precisión y trae consigo una seguridad y veracidad divinas. Por esta razón, los cristianos que creen en la Biblia, aunque no pueden conocer todas las cosas sobre el futuro, saben que la Escritura nos ha comunicado los acontecimientos principales sobre el futuro de la humanidad, el mundo y el universo. Uno de esos eventos, es la Segunda Venida del Jesucristo...
“Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”. Mateo 24:36, 42-44
El sectarismo
El pasado reciente y distante ha sido testigo de muchos debates, a veces acalorados, en la historia de la iglesia sobre cuestiones relacionadas con el futuro, el fin de los tiempos, la tribulación, el Anticristo, Israel, el milenio, el arrebatamiento y la Segunda Venida. Debido a esto, es importante aclarar y tener siempre en cuenta que las doctrinas de los últimos tiempos corresponden a doctrinas de tercer orden, y como cristianos deberíamos tener cuidado de no caer ni en minimalismos teológicos que restan valor a la Parousía, ni en extremismos teológicos que elevan una posición escatológica determinada como una doctrina primaria, innegociable y dogmática; dado que ello llevaría no solo al sectarismo sino que quitaría la centralidad del Evangelio como lo más urgente del cuerpo de Cristo. Dicho esto, debemos considerar también que la doctrina común de la Iglesia es que, en primer lugar, ha de haber una segunda venida gloriosa, personal y visible del Hijo de Dios.
¿Cuándo y cómo?
La gran mayoría de los cristianos concuerdan que habrá un súbito, personal, visible y corporal regreso de Cristo (Mt.14:44; 1 Ts. 4:16; Heb. 9:28; Hch. 1:11). Por otra parte, los cristianos debemos esperar ansiosos el regreso de Cristo (Fil. 3:20; Ap. 22:20; Tit. 2:12-13; 2 Co. 16:22). Sin embargo, no sabemos cuándo Cristo volverá (Mt. 24:44). Esta es la razón por la cual debemos estar preparados. Ciertamente esto implica también que con total certeza debemos emprender actividades y proyectos, seculares y ministeriales, a largo plazo. Esta es precisamente la razón por la cual Jesús no nos permite conocer el preciso momento: el quiere que nos ocupemos en obedecerle (Mt. 25:21). A lo largo de la historia, muchos grupos, personas, denominaciones y sectas han predicho de manera incorrecta la hora, día, mes y año de la Segunda Venida. Lo cierto es que, bíblicamente no podemos saber cuándo Él regresará. Por otra parte, si bien todos los cristianos que aceptan la Biblia como su autoridad máxima concuerdan que el regreso de Cristo traerá juicio, recompensas y un nuevo cielo y una nueva tierra, sí hay desacuerdos y diferencias sobre los detalles de los eventos futuros.
La postura apostólica
Desde la época apostólica hasta comienzos del siglo V, la iglesia mediante Ignacio, Policarpo, Bernabé, entre otros; fue consciente de que Cristo volverá otra vez para reinar por mil años literales. A partir de allí, y luego de Nicea, y siguiendo el pensamiento de Orígenes y Agustín, la iglesia fue abandonando esta creencia: el premilenialismo o quiliasmo. Esto llevaría a que la iglesia se imponga como la vicaria del Reino de Dios en la tierra. Sin embargo, a partir de la Reforma Protestante, el premilenialismo de la iglesia primitiva y de los Padres fue recuperado. Aun así, sólo una breve parte de la escatología llegó a estudiarse. Sumado a ello, el racionalismo del siglo XVIII, y la consecuente teología liberal, retuvieron los estudios escatológicos. Sin embargo, los últimos dos siglos han sido testigo de la aparición de una nueva ola de premilenialismo, la cual no se limita a las sectas de los siglos XIX y XX, sino que se ha re introducido a diversidad de iglesias y denominaciones cristianas actuales.
Diferentes opiniones
El premilenialismo era la opinión predominante en los primeros doscientos años de la historia de la iglesia. Sin embargo, cuando se trata de importantes secciones proféticas como Daniel 9:24-27; Mateo 24-25; Lucas 21; 2 Tesalonicenses 2 y Apocalipsis 6-20, existe desacuerdo entre los teólogos cristianos. Esta es la razón por la cual fueron surgiendo opiniones diferentes respecto al tiempo del cumplimiento de las profecía bíblica, el papel de Israel, la Iglesia, el momento del rapto, el comienzo de la tribulación, etc. En primer lugar, podemos nombrar el premilenialismo en sus dos formas: histrórico y futurista. Segundo, el amilenialismo. Tercero, el postmilenialismo. Y por último, podemos mencionar otras perspectivas como el preterismo, y el idealismo.
La Segunda Venida
Si bien Cristo puede regresar en cualquier momento, de acuerdo a la Escritura, deberán ocurrir antes de su regreso varios eventos importantes. La predicación del Evangelio a todas las etnias de la tierra como culminación de la historia; la progresiva, continua y plena conversión de los judíos étnicos elegidos; la gran apostasía y la gran tribulación; la revelación del Anticristo, el misterio de iniquidad; señales y maravillas en consonancia e intensidad, que serán las anunciadoras más fuertes del fin del mundo y de la venida de Cristo: guerras y rumores de guerras, hambres, pestes, y terremotos en diversos lugares, la venida de falsos profetas que extraviarán a muchos, y de falsos cristos que harán grandes señales y prodigios para engañar, si fuera posible a los escogidos; y pavorosas señales en el cielo, en el sol, la luna y las estrellas, cuando los poderes de los cielos serán sacudidos. A pesar de que el tiempo exacto de la Segunda Venida es desconocido, Cristo volverá con el propósito de introducir la Edad Futura, el estado eterno de las cosas, trayendo consigo el fin de todas las fuerzas del mal que son hostiles al Reino de Dios.
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Fuentes:
1. Charles Hodge, Teología Reformada Clásica, Editorial CLIE, 2010, pp. 939-956. CONSIGUE EL LIBRO AQUÍ
2. John MacArthur, Teología Sistemática, Editorial Portavoz, 2018, pp. 847-938. CONSIGUE EL LIBRO AQUÍ
3. Louis Berkhof, Teología Sistemática, Editorial Libros Desafío, 2005, pp. 791-811. CONSIGUE EL LIBRO AQUÍ
4. Wayne Grudem, Teología Sistemática, Editorial Vida, 2009, pp. 1151-1166. CONSIGUE EL LIBRO AQUÍ
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